martes, 24 de noviembre de 2009

REVELACIÓN DEL MISTERIO DEL CONDE ANSUREZ Y VALLADOLID.


Es muy duro para un Vallisoletano de pura cepa, como yo, atacar el mito del Conde Ansurez. Los hombres y los pueblos tienen necesidad de mitos; y si no les tienen, les inventan.

Los Vallisoletanos adoran al Conde Ansurez. Todos los historiadores provincianos han hecho panegíricos sobre Él. Por eso, no voy a repetir su historia, sino los rasgos esenciales.

Pedro Ansurez, mayordomo y brazo derecho de Alfonso VI, el Gran Conquistador de Toledo, recibió de él, la zona de Valladolid (que entonces era un humilde término de Cabezón). Y Ansurez “Fizo la Iglesia Mayor, El Antigua y La gran Puente, que son obras de valor”, según reza el poema de su enterramiento.

Gracias a él, ese pequeño núcleo habitado por hortelanos de Cabezón de Pisuerga, inició una ascensión meteórica, hasta el punto de que ya Juan II, califica a Valladolid como “La más Noble Ciudad destos Reinos”

En el año 1866, El Alcalde de Valladolid, Eugenio Caballero dirige a los vallisoletanos una Circular, en la que insta a una suscripción voluntaria para “La erección de una estatua monumental al Ilustre Don Pedro Ansurez”. La obra se ejecutó por A. Carretero (arquitecto del ayuntamiento) y hoy ocupa el centro de la plaza mayor.

De la Catedral de Valladolid se han publicado tres volúmenes de documentos. El primer documento es del año 1084. Muchos corresponden a donaciones que hacen a la Iglesia de Valladolid, Ansurez y Eylo, su esposa. El más importante es la gran donación del año 1095, en la que donan una gran cantidad de propiedades a la Iglesia Mayor de Valladolid. Asistieron y firman el documento ilustres personajes, entre ellos, Alvar Fáñez y numerosos Condes y Obispos.

Pero ¿por qué la llama a esta donación “Carta testamentaria”? ¿Es una premonición? Ya veremos que sí.

Pero en este momento obliga al Obispo de Palencia a hacer una donación a Santa María de Valladolid, perdonándole “los diezmos de Cabezón, Santovenia, San Pedro de Covellegas (La Anunciada de Urueña), Loberuela y Mambrilla”. Y el pobre Obispo dice en el documento: “hago esto por amor al Conde Ansurez y a su esposa Eylo”. En realidad lo hacía porque se lo imponía el omnipotente Peranzules, que dominaba, sin contradicción, las zonas de Valladolid y Palencia.
Pero en este documento aparece, por primera vez, el Conde Raimundo de Borgoña, yerno del Rey Alfonso VI y esposo de Urraca (ave de mal agüero).

He leído una y otra vez estos documentos (escritos en latín), y siempre se reforzaba en mí, la idea de la deuda de Valladolid con el Conde Ansurez.

LA TRAICIÓN
Súbitamente, en el año 1103 se produce un giro Copernicano en la vida del Conde y en su relación con Valladolid. Esto que vamos a decir es inédito y desconocido por todos los historiadores de Valladolid, incluidos los traductores de los Documentos, Mañueco y Zurita. Parece como si a nuestros historiadores domésticos sólo les gustase halagar a los Vallisoletanos. O tal vez, la razón es más simple: estudio superficial. Ya Ortega advertía: “Es fácil violar a EUTERPE, lo difícil es hacerle un hijo”

El gran historiador norteamericano Raylly, que ha estudiado minuciosamente este periodo, dice que ANSUREZ DEBIÓ SER DESTERRADO porque, tanto él como su hermano GONZALO, pierden los cargos y dejan de aparecer en los documentos de la época.

El 6 de noviembre de 1103, al partir para Urgel, Ansurez hace una donación al Obispo de Palencia, de la Iglesia de Santa María de Valladolid con todas sus pertenencias, “Se las damos Yo y mi esposa Eylo al Obispo de Palencia Don Remondo y a todos sus sucesores, con la única obligación del dar al Papa anualmente 100 monedas pictavienses”.

Cuando leí este documento, archivado en la Catedral de Palencia, no daba crédito a mis ojos. Es posible que la hija de Alfonso VI, Urraca y su marido Raimundo de Borgoña, hartos de la hegemonía de Ansurez, sobre un territorio de vanguardia, tras la toma de Toledo en 1085, impusieran al Rey Alfonso la marginación de éste. Es una hipótesis. Pero Raimundo a partir de ahora, repuebla Cuellar, Segovia y Ávila y toda Extremadura, mientras Ansurez vive en Urgel y hasta la muerte del Rey Alfonso y de Raimundo no aparece como Señor de Cabezón y Saldaña.
El mazazo que supuso para la gran Colegiata de Valladolid, esta supeditación al Obispo de Palencia, tuvo unas consecuencias demoledoras.

La Colegiata de Valladolid y la propia villa, mantienen durante más de 150 años una lucha a muerte con los obispos de Palencia, con los Reyes, y hasta con los Papas. No exagero lo más mínimo. Citaré algunos de los innumerables conflictos:

EL CONFLICTO

15/12/1110… La Reina Urraca dice: “Santa María Baladonensis pertenece al obispado de Palencia”

25/03/1116… El Papa Pascual II dice: “Santa María de Valladolit pertenece a la diócesis de Palencia”

1117… El legado del Papa, Cardenal Boso, dice: “Santa María de Valladolite, que pertenece al obispado de Palencia “está siendo contrariada”

1125… El Papa Honorio insiste en que “Santa María de Valladolit pertenece al obispado de Palencia”

1140… El Rey Alfonso VII confirma que “Santa María de Valladoliht pertenece a Palencia, según la dio el Conde Ansurez”

1143… Armengol, Señor de Valladolid, manda a los Vallisoletanos “Que devuelvan a la iglesia de Palencia todos los bienes que la han quitado”
El 24 de Abril de 1143, el Papa Inocencio II insiste en que “Santa María pertenece a la iglesia de Palencia”

1155… Entra en escena el Cardenal Jacinto, que viene a España enviado por el Papa. Hace una larga relación de la “actitud indecente” de la Iglesia de Santa María y los Vallisoletanos, que depusieron al Abad nombrado por él “y eligieron, frente a todo el mundo un Abad IDIOTA, IRRELIGIOSO, CONCUBINARIO PÚBLICO Y PADRE DE NUMEROSOS HIJOS. Y cuando yo me fui, arrojaron violentamente de Valladolid al obispo de Palencia. Espero Santo Padre, que consueles a la Iglesia de Palencia, gravemente afligida por todo esto”
5/03/1155… Ya en Logroño, de vuelta a Roma, Jacinto escribe a Raimundo Obispo de Palencia, confirmando que la Iglesia de Valladolid, es posesión de él “Y si los eclesiásticos o vecinos se oponen, que sean apartados del cuerpo y de la sangre de Cristo” (Excomulgados)
6/03/1155… Al día siguiente, Jacinto escribe al capítulo de Valladolid que “por consejo de Satanás han depuesto al Abad. Y añadiendo un crimen a otro, tras mi partida, privasteis al Obispo Palentino de su Iglesia”
1162… El Papa Alejandro III, dice que “Santa María de Valladolit, pertenece a la Diócesis de Palencia”
29/09/1166… Alfonso VIII confirma al Obispo Raimundo de Palencia “su posesión de Santa María de Valladolid”
19/11/1231… El cabildo de Palencia y la comunidad de Santa María de Valladolid eligen árbitros para que determinen quién deberá elegir al Abad de Valladolid.
Como colofón, recordaré que Alfonso X El Sabio, nombró Abad de Valladolid a su hermano Felipe. Parece ser que los reyes, hartos de la interminable pelea, se arrogaron el derecho de la designación de los Abades Vallisoletanos, por la gran cuantía de sus ingresos.

LA RAZÓN DE LA SINRAZÓN
Volvamos al Conde Ansurez: Es evidente que su donación de Santa María de Valladolid a la Catedral de Palencia es desconcertante y contraria a su entrega incondicional a nuestra Iglesia, desde 1084 hasta 1095, en que no deja de hacerle donaciones. ¿Qué ha sucedido? El asunto y la traición son demasiado graves.

Alfonso VI conquistó Toledo en el año 1085. A partir de ese momento Valladolid, “Cabeza de la EXTREMADURA “(la tierra más allá del Duero), se convierte en el punto estratégico más idóneo para reunir las tropas que han de hacer frente a los incesantes ataques de los Almoravides obsesionados en reconquistar ese TOLEDO que en todo el mundo mediterráneo era considerado la capital de HISPANIA.

Para esta tarea colosal de salvaguarda de Toledo, Alfonso VI, designó a su yerno Raimundo de Borgoña, casado con su hija Urraca. Raimundo repuebla SEGOVIA y ÁVILA. Era absurdo que Pedro Ansurez continuase siendo el omnipotente Señor de Valladolid, Cuellar y la Extremadura. En consecuencia el pobre Don Pedro piensa en su exilio en Urgel, donde ha muerto su yerno ARMENGOL V. Antes de partir, pone en orden sus cosas: Primero se dirige al monasterio de Sahagún y ofrece su cuerpo y el de su esposa Eylo para que sean enterrados en dicho monasterio (13/04/1101). “Considerando que las cosas temporales son como humo”

En segundo lugar, el 6 de noviembre de 1103, devuelve al Obispo de Palencia los derechos que le había quitado sobre Santa María de Valladolid. Y se la da con todos sus cuantiosos bienes de que él la había dotado. Parece que estamos en presencia de un testamento.
Desecho todo su pasado, que se ha volatilizado como el humo, en 1104 se dirige a Urgel, donde permanece hasta 1109. Pero en 1108 se produce la Batalla de UCLÉS, o de los Siete Condes muertos, en la que muere también SANCHO, el único hijo de Alfonso VI. Este suceso destrozó la vida del rey, hombre de una fortaleza inusitada, que cuando recibió la noticia explotó en llanto, llamando a voces a su hijo Sancho y preguntando a los supervivientes, porqué le habían dejado morir. El mismo, murió al año siguiente. También había muerto Raimundo de Borgoña.

EL DESAGRAVIO
El panorama sombrío solo fue luminoso para Pedro Ansurez que regresa a Valladolid y lo primero que hace el 30 de marzo de 1110 es devolver a Santa María de Valladolid todos sus bienes y su INDEPENDENCIA del obispado de Palencia. Ahora podía morir en paz: había restañado la gran puñalada que le habían obligado a dar a su amada Santa María de Valladolid. Y para colmo de felicidad, la Reina Urraca le devuelve toda su confianza. En 1113, ya es mayordomo de la Reina y Conde de Carrión y Cabezón. En 1 de marzo del año 1117, Pedro Ansurez firma su último documento y desaparece de la historia escrita.
Pero la muerte del Conde supone para Santa María de Valladolid el comienzo de esa guerra despiadada que ya hemos narrado, en la que los Vallisoletanos se las tuvieron tiesas a Palencia, a los Reyes, a los Papas… y al final se salieron con la suya.